Argentina
se clasificó para la final del Mundial al superar a Holanda en la tanda de
penales por 4-2, este miércoles en Sao Paulo, tras empatar sin goles en los 90
minutos y en la prórroga, y jugará por el título el domingo en Maracaná ante
Alemania.
Sergio
Romero fue la gran figura del equipo al tapar dos penales ante Holanda, que
llegó como favorita. Romero descansó en el tiempo reglamentario en el que
Argentina estuvo encima, siempre ganando las espaldas a los centrales Vlaar y
Blind.
Alejandro
Sabella supo interpretar el juego. Metió con acierto a Rodrigo Palacio y Maxi
Rodríguez, autor del último penal, para darle un segundo aire y lo consiguió.
Ambos tuvieron oportunidades seguidas de acabar el duelo pero fallaron en sus
definiciones. Arjen
Robben tuvo para convertirse en el héroe holandés, pero un oportuno cierra de
Javier Mascherano se lo impidió. El Jefecito, como es conocido el volante, se
interpuso a tiempo y cerró el disparo. Mascherano
hizo un gran partido para darle pausa al juego, robar esférico y buscar los
ataques, sin embargo la gloria fue para Romero que tapó los dos penales y cerró
el gran partido defensivo de su última línea comandada por Garay y Dimichelis,
monumentales en los cierres y soporte del equipo.
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